Un verdadero tesoro es el que se encuentra en la oficina del Registro Civil e Identificaciones de la localidad de Belén, documentos de nacimientos y defunciones que datan desde 1885 y que hablan de la identidad del sector.
En la oficina se encuentran registros de familias completas e historias de sus nacimientos, cómo fue el momento del parto y condiciones del sector.
Además, de certificados de defunciones y motivos del deceso, atendiendo la época, la tasa de mortalidad era a temprana edad y por enfermedades, como por ejemplo, “dolores de cabeza” o “dolores de estómago”
Archivos únicos y en perfecta condiciones son las que se encuentran en la localidad, las que se conservan y tratan cuidadosamente teniendo en cuenta la calidad de información que se mantiene y, que sin duda es preservar la historia para las nuevas generaciones.
El seremi de Justicia y Derechos Humanos, Raúl Gil González indicó que “En el contexto del Gobierno en Terreno de Parinacota, estamos en la localidad de Belén, donde encontramos un verdadero tesoro patrimonial que debe ser conservado, donde se encuentran partidas de nacimiento desde 1885 y certificados de defunciones. Todo este material será cuidado y preservado ya que es un legado para las nuevas generaciones. Además, nos encontramos con un saludo que estampó nuestro Presidente Sebastián Piñera cuando visitó esta oficina destacando la importancia de conservar estos documentos históricos”.
El director regional del Registro Civil, Walter Muñoz sostuvo que “una de las oficinas rurales más antiguas, acompañando a la comunidad de Belén desde 1885, permitiendo a los pobladores acreditar una serie de hechos en el transcurso de sus vidas.
Actualmente se trabaja en un proyecto de conservación patrimonial de los registros documentales, que comenzará en ciudad de Arica con la intención de que sea replicado en cada una de las oficinas de la región, resguardando de esta forma la historia y el tesoro cultural” indicó el director regional.
Más de 30 libros, escritos con tinta, dejando en evidencia, por medio de sus páginas la labor que desempeñaban los “oficiales” de la época, plasmando de puño y letra la felicidad de un nacimiento o la angustia de una pérdida de un familiar. Un verdadero Tesoro patrimonial.