Una gran mesa al más puro estilo de comercial de té, collages pegados en las paredes y un micrófono para escuchar las proclamaciones poéticas de las personas que tomaron el taller de Escritura Creativa, fue el ambiente que se vivió en la Residencia para la Superación de Personas en situación de calle del Hogar de Cristo en Iquique, para concluir las diversas actividades que desarrolló la Compañía de Teatro Antifaz y el Espacio Formarte.
A pesar de los obstáculos de la pandemia, se pudo continuar acercando las artes a espacios sociales, como en este caso, donde los diferentes socios finalizaron de forma emotiva sus encuentros con la escritura y expresión de sus sentimientos, agregando además lo conmovido que estaban por despedir a quien fue la jefa de unidad por dos años.
Se trata de Pamela Chacana, quien sostuvo que el vínculo entre Antifaz y el hogar responde a “un cruce para hacer una intervención socio educativa, recreativa, cultural, emocional y todo lo que ustedes puedan pensar que nos permitió hacer ese anclaje, que yo creo que va a seguir siendo significativo desde hoy hasta mucho tiempo más”.
La coordinadora agregó que “es muy importante mencionar que todo lo que realizó la Compañía de Teatro Antifaz, porque esta es nuestra segunda experiencia con ustedes, es por ello que hago un llamado a que se pueda seguir replicando, porque efectivamente generan un proceso transformador en los grupos más vulnerables de la sociedad, haciéndolos sentir importantes, autónomos, desarrollando su propia independencia, entonces el entrenamiento de habilidades blandas y sociales, son un plus completamente para el desarrollo que tiene que ver con esta inserción de nuevo en la sociedad”.
EXPERIENCIA
Hace cinco meses volvió Marcelo Sayer a la residencia, un hombre que en estos momentos está pensando en crear su propia empresa y quien deleitó a todo el público de la casa con el poema que escribió, gracias a las clases de Antifaz y que finalizaron con la creación del Fanzine Umbral.
Sayer confesó que el poder inspirarse para escribir no le fue tan difícil, porque desde pequeño su abuela le inculcó la lectura. “Me sentí grato al verlo impreso porque yo lo escribí no más, pero al verlo impreso es diferente y con diseño es aún más grato. El leerlo me complica más, no soy de leer en masa, no me gusta mucho el público, pero no me sentí incómodo”.
Quien estuvo acompañando a los residentes en Escritura Creativa fue Magglio Inostroza, coordinador y facilitador de las diversas instancias que desarrolla la compañía. Sostuvo que esta iniciativa se produjo por la necesidad de desarrollar el Programa Pequeños Grandes Creadores que, si bien acompaña a los estudiantes de educación básica y media en su formación, la pandemia imposibilitó esta labor.
“Pudimos llegar a esta residencia para aportar en el contexto de pandemia, porque estábamos en fase uno o dos, no se podían hacer ciertas actividades (…) A través de Escritura Creativa comenzamos a viajar cuando no lo podíamos hacer y comenzamos también a cuestionarnos qué era la pandemia, utilizamos también este taller para ir gestionando el estrés y todo lo que iba ocurriendo en la residencia”.
El término de lo que fueron meses de contacto y acompañamiento desde la visión artística, significó que algunos usuarios le manifestaran a Magglio la consulta de qué es lo que se viene para el próximo año. “Eso ya nos dice que existe una necesidad de que continuemos acompañándolos y es recíproco”, expresó.
MÁS INSTANCIAS
Como una forma de seguir aportando a los habitantes de la región, también se llevaron a cabo otros talleres como el de Formación de Audiencias en el Servicio Nacional de Menores (Sename) de Iquique, así como también en el Centro Penitenciario de Alto Hospicio y en la toma La Pampa de la misma comuna.
En esta última, también se realizó el taller Teatro de la Emergencia con los vecinos del lugar y la comunidad haitiana en la Escuela Lekol Popular Joane Florvil, un espacio de educación antirracista que contó con el apoyo de la Asamblea de Migrantes y Promigrantes de Tarapacá (Ampro).
