El jefe comunal destacó la declaratoria del Ministerio de Medio Ambiente, que declara la desembocadura del río Lluta como un Humedal Urbano.
Ya es oficial. Con la publicación este miércoles en el Diario Oficial, el Estado de Chile reconoce como Humedal Urbano a la desembocadura del Río Lluta, lo que otorgará mayores atribuciones para su resguardo y una mayor extensión de territorio donde estará totalmente prohibida la intervención humana.
Desde la Municipalidad de Arica, el alcalde Gerardo Espíndola aplaudió la medida que ha sido presionada durante años tanto por la propia administración comunal como por distintas organizaciones civiles y medioambientales, buscando una acción concreta de protección del santuario natural enclavado en zona urbana.
“Muy buenas noticias para el Humedal es este reconocimiento de Humedal Urbano y una muy mala noticia para quienes están en estas tomas, llamadas tomas ecológicas en sectores del Humedal”, comenzó expresando el jefe comunal.
El alcalde recalcó que la noticia por fin permitirá poner un alto a los inescrupulosos que han insistido con construir en el sector del Humedal, provocando severos daños al intervenir el terreno que han afectado el ecosistema.
“Pese a ser un terreno privado en el que poco podemos intervenir, lo que están haciendo ellos es un delito y con esta declaratoria dicho delito se incrementa. No van a tener ninguna posibilidad de construir en ese terreno. Por el contrario, con este nuevo instrumento se les va a poder perseguir a todos quienes hoy se están tomando las zonas del Humedal”, manifestó Espíndola.
La declaratoria establece un total de 481,8 hectáreas el terreno que comprende al Humedal, aumentando en 16 veces el tamaño anterior que sólo establecía 30 hectáreas. El jefe comunal enfatizó que, con la declaratoria, se salda una deuda pendiente que el país tenía con las futuras generaciones de la comuna de Arica.
“Tenemos una nueva herramienta para perseguir a quienes se están tomando estos terrenos, pero lo mejor es que existe esta declaratoria de Humedal Urbano que no solo beneficia al ecosistema, a la naturaleza, sino que a las futuras generaciones con las que tenemos un deber ético de conservar nuestro medioambiente”, sentenció.